viernes, septiembre 05, 2008

One of those mornings in the pastry shop (A.Sand.)


Si desde el principio uno entendiera que esto es realmente un cuento de nunca acabar, todo seria mas sencillo. Remojando el croissant en la taza de café-au-lait observando el sofisticado relieve plasmado en la cara de un hombre viejo que leia el periodico, pense que es enfermizo que todo esto se trate meramente de un ciclo. El mismo ciclo milenario e ininteligible. Quien llegara a aprenderse la vida de memoria?
Lo mas maravilloso es la alienacion, estado de aquellos privilegiados que optan por sufrir muchas veces al no darse cuenta de lo nocivo que llega a ser el apego, el pensamiento unilateral, los valores y la socio-dependencia. Hablemos de la originalidad...de la alteridad, si la alteridad tan sagrada! ultimadamente difuminada en un lienzo donde se mezcla un estupido todo. Tener casa propia, formar una familia, tener un carro chido, acomodarse, todos, todos persiguiendo exactamente-lo-mismo, creyendo que esa formula de la felicidad es infalible, oh si lo creemos fervientemente... y bueno al diablo la alteridad, la originalidad…no? pero eso si, somos especiales, diferentes, mejores...
Creemos en lo material con todo el corazon....

2 comentarios:

Fernando S. dijo...

Ya duerme un poco, ver como te pones?

Anónimo dijo...

ja_ja menso! saludos!
A.