jueves, diciembre 31, 2009

de un tintero onirico

...el primero es nuestro mundo, el Cosmos. El segundo es otro mundo, uno extraño, caótico, poblado de larvas, de demonios, de extranjeros...
Eliade, Mircea. Le sacré et le profane



De lejos se podia ver el caseron, cuadrado, beige, no se distinguian bien los detalles arquitectonicos, aparte de la lunar no habia mucha luz. Habia maleza, olia a lodo. Como cuantos cuartos tendria aquella casa? No podia ya recordar el trayecto y lo que siguio fue un pasillo muy largo con una celosia al final y muchas puertas. La luz no era de neon, era amarilla. El cuarto atras de la celosia estaba lleno de objetos altamente atractivos. Al darse cuenta de que habia camaras no se decidio a entrar, no porque fuese a robar pero no pudo irrumpir. Se precipito a abrir una puerta que daba a un tobogan de metal negro. Abrio otra puerta con una escalinata, un resorte muy duro  la cerraria a pesar de su esfuerzo de poner el pie y dejar un zapato para dejarla entreabierta. Los escalones eran muy altos, no era facil subir...lo que vio despues...(continuara) 

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